Sempiterno Señor, el Consagrado, el elegido, el Altísimo Dios, solo de ti sale verdadero espíritu, verdadera vida ¿quién lo entenderá? El que esté dispuesto abrir su corazón y el entendimiento a tu voluntad, el escándalo de tu mensaje no es fácil afrontar, para quienes a veces nos dejamos entorpecer la mente, difícilmente podemos escuchar; seguir tus huellas es una decisión que en el alma debemos sellar, para responder con firmeza a pesar de las dificultades que en este camino se vayan a presentar. En estos tiempos tan contradictorios es cuando más debemos confiar, en que tu Palabra es para quienes desean enriquecer el espíritu y no para los que se distraen en lo superficial.
Cuánto dolor sientes cuando tu mensaje no logramos profundizar y fácilmente nos entregamos a las corrientes sin sentido y por ti la vida no la queremos dar, fracasamos en nuestra promesa en decirte que contigo siempre vamos a estar, hasta que empiezan los sacrificios que nos quitan la comodidad, Pedro respondió claramente cuando preguntaste si ellos también te iban a abandonar: ¿A quién vamos a acudir? Solo Tú tienes palabras que dan verdadera vida y aunque débiles_ aquí nos tienes para contigo luchar, por las almas bondadosas que buscan ganar la eternidad.
Tu Señor, de antemano sabes quién cerca de ti fiel permanecerá, Tú tienes palabras de vida eterna y nuestra alma vas a alimentar, el cuerpo recobra fuerzas cuando te recibimos en espíritu y en verdad, en la hostia consagrada donde te has quedado y muchos se escandalizaron cuando anunciaste tu entrega total, al quedarte en el sagrario por mí y por tantos que aceptan la boda nupcial con tu presencia viva en el altar; eres Tú Señor realmente el que allí estás, para muchos pasas por desapercibido e ignoran tu lealtad al darte_ por entero, Rey de Reyes en un pedazo de pan.
Jesús, Tú eres el único que tienes palabras de vida eterna, con la fuerza del Espíritu Santo es como lo podemos afirmar y el Padre es quien nos concede la gracia para a ti llegar, que es donde encontramos reposo y paz; quien desea mi Señor buscarte en el camino correcto está, porque no hay nada más perfecto, más sublime que hallar la verdadera felicidad, aunque tropiezos en la vida vamos a encontrar, cuando todo lo ponemos en tus manos la carga se hace ligera y en gloria a la verdadera vida, triunfantes lograremos llegar.
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Dios te bendiga